1. Es el más simple… y de los más antiguos
Los
átomos están compuestos por un núcleo repleto de protones (cargas positivas) y neutrones (sin carga eléctrica), rodeado de electrones (con carga negativa). Lo que diferencia un elemento químico de otro es, en su nivel más básico, el número de protones que contiene en su núcleo. Es por eso que hoy en día
podemos cumplir los sueños de los alquimistas, transformando el plomo en oro al añadirle tres simples protones... Aunque, eso sí, sólo podemos hacerlo en cantidades diminutas en aceleradores de partículas que valen millones.
El hidrógeno es el elemento más simple de todos porque está compuesto por un
único protón en su núcleo, acompañado de un electrón. Esta simpleza es la causa de que fuera el primer elemento en formarse después del
Big Bang (junto con algo de helio), que empezó a condensarse en grandes nubes de gas que darían lugar a las primeras estrellas y, más tarde, galaxias.
2. Es el más ligero
El hidrógeno es tan abundante que se estima que representa
el 90% de los átomos que contiene el universo. Pero hay que decir que también es el elemento más ligero así que, aunque sea tan abundante, “tan sólo” representa el 75% de toda la materia ordinaria en términos de
masa.
3. Es un elemento “impuro”
Pese a que es tan abundante en el resto del universo, en la Tierra no encontramos hidrógeno puro en ninguna cantidad importante. Y es normal: es tan ligero comparado con el resto de los gases que componen la
atmósfera, que tiende a subir hasta las capas más altas y escapar al espacio.
4. ¿Quién lo descubrió?
Es por eso que nadie supo de su existencia hasta 1766, cuando
Henry Cavendish observó que al poner ácido sobre algunos metales se desprendía un gas inflamable que desconocía al que llamó “aire inflamable”. En la época se creyó que podía tratarse de un elemento teórico que se creía que existía en el interior de la materia y era el responsable de las llamas. Aunque Cavendish pensó que podía haber encontrado ese misterioso
elemento causante del fuego, su investigación le llevó a concluir que, en realidad, se trataba de un gas más.
5. ¿Qué significa su nombre?
Entre otras de sus propiedades, se notó que este gas formaba agua al oxidarse. Cuando el hidrógeno se quema, dos átomos de hidrógeno se combinan con un átomo de oxígeno de la atmósfera y forman el
agua de toda la vida. Y es por eso que
Antoine Lavoisier bautizó el elemento con el nombre de hidrógeno, que viene del griego “
hydros”, “
agua”, y “
genes”, “
creador” o “
generador”.
6. Es el combustible de las estrellas
En el siglo XX se descubrió que el hidrógeno es el combustible de las
estrellas y que en sus núcleos lo fusionan para producir otros elementos que contienen más protones, dando lugar al resto de los elementos la tabla periódica.
Estos elementos más complejos son esparcidos por el espacio cuando las estrellas más grandes revientan en forma de supernova. Y son estos mismos elementos son los que, con el tiempo, terminan formando
planetas y, con suerte, la vida.
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